Eso es lo que nunca me convenció del amor, necesitar al otro. Cuando uno sueña, se aleja del juicio. Pero si nuestro sueño es acercarse al juicio lo único que hacemos es inventar..imaginar. Y cuando uno imagina no necesita a nadie, solo a si mismo y a su vacío.
Ese vacío es mi libertad, mi seguridad del no-dolor, mi tranquilidad que calma lo que ya está calmado. Por eso yo creo que no se aceptar bien lo que siento, porque generalmente intento no sentir. Mantenerme alejada, insensible. Y sin embargo hay algo adentro que late, que hace buena presencia..

No hay comentarios: