¿Dónde se habrá ido su sol? ¿Dónde irá a pisar esta vez? ¿Sobre qué baldosa llorar, para poder vomitar lo que le dijo una vez? ¿Por qué ya no puede volar? Le tiene agarrado los pies; algún día lo va a soltar y luego se va a estrellar contra lo que debe ser.
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